Gracias a la acelerada transformación digital que afrontó la industria de las telecomunicaciones en los últimos años, el sector experimentó un gran crecimiento en el consumo de fibra óptica y los pronósticos son optimistas: este incremento va a continuar con una tendencia en alza.
Por otro lado, a nivel mundial, crecen cada vez más las estrategias de economía colaborativa. Estamos hablando de una economía basada en redes distribuidas de individuos y comunidades conectados para potenciar inversiones y resultados, que ya ha atravesado muchas industrias tradicionales. En 2021 podemos decir que la conectividad no fue la excepción.
Así es como surgen en nuestra industria las redes de acceso abierto, también llamadas redes neutras. Estas ayudan a aprovechar los beneficios de compartir economía, ya que crean una red única de alto rendimiento, que comprende tanto a los proveedores de la red como a los usuarios públicos y privados. Esta topología de red puede demandar más fibra óptica dentro de los cables troncales y de distribución que las tradicionales, pues pueden estar preparadas también para otras tecnologías emergentes como el 5G y tiene la ventaja directa de minimizar la inversión y el riesgo que deben realizar las empresas de telecomunicaciones interesadas.
¿Cómo funcionan? Se trata de un sistema digital vial de alto rendimiento y performance. Las redes de acceso abierto separan y segmentan los servicios diferenciados física y lógicamente. Están accesibles sin distinción para cualquier operador que las necesite y se pueden utilizar varias a la vez para optimizar recursos y permitir la interconexión en un solo punto. En definitiva, estas redes se extienden por una plataforma de fibra óptica hasta el cliente y permiten la conexión de varios servicios a la misma red, como: video, telefonía fija, internet, videovigilancia, botón de pánico, celdas de telefonía móvil, e-learning, telemedicina, entre muchos más.
El propietario de una red neutra no es exactamente un proveedor de servicios. Incluso en el modelo comercial de acceso abierto, no se requiere la participación taxativa o la propiedad gubernamental de la red: algunas redes privadas pueden operar y lo hacen en este modelo. El propietario de la red proporciona el transporte local a varios proveedores de servicios independientes. A su vez, cada uno de ellos ofrece múltiples soluciones, con distintas variantes y a precios competitivos, a sus propios clientes.
Algunas de las principales ventajas de las redes de acceso abierto, motivo por el cual muchos las llaman “autopistas de telecomunicaciones”, son: la gran calidad del servicio, el aumento del rendimiento, la reducción de la latencia para determinados servicios, la garantía de que cada proveedor tiene el ancho de banda necesario para brindar el nivel esperado a sus clientes, la libertad de los usuarios de elegir a uno o más proveedores y el crecimiento ordenado y un uso más racional del espacio público, ya que se construye una sola red de dispersión, lo que disminuye la contaminación ambiental y visual, evitando la multiplicación de las redes troncales y un incremento la colocación de postes en las calles.
Pero las redes neutras son principalmente beneficiosas para el cliente final, por la disponibilidad de operadoras que pueden elegir para contratar su servicio. De esta manera, los proveedores pueden optimizar sus recursos y enfocar su atención en ofrecer más y mejores servicios al usuario
El éxito de este formato de redes está probado en Europa, pero en nuestra región también tenemos casos de implementación. Y Argentina no se queda atrás: el modelo de red neutral ya es una realidad en más de 20 barrios cerrados de la provincia de Buenos Aires y algunas zonas de la Capital Federal. Pero aún queda un gran camino por recorrer.
Desde Furukawa apoyamos fuertemente estas iniciativas y estamos muy cerca de los desarrolladores locales para colaborar con estos modelos innovadores, con toda nuestra experiencia en ingeniería, consultoría, diseño e implementación de productos y servicios. Este último punto es clave, porque más allá de una fibra de alta calidad, el despliegue debe ser el más adecuado para cada caso, siguiendo estándares internacionales, porque la economía de los servicios de transporte de estas redes definitivamente marcará la diferencia.