Pensemos en maneras de cómo reconstruir nuestras vidas después de COVID-19

POR: Lic. Carmen Serrato, Relaciones Públicas AMERIC, CMO Biulú y Asociados 

El coronavirus esta afectando a casi todo el mundo y esta causando miedo e incertidumbre sobre el futuro, el bienestar de nuestras familias, negocios y colaboradores en general. Para algunos, esta pandemia que esta tocando y tambaleando las vidas de toda humanidad es un despertar a lo frágil que somos los seres humanos y lo conectados que estamos todos al ocupar este planeta en que vivimos juntos. 

Seguido escuchamos decir que estamos viviendo en un mundo globalizado con mucho más movimiento, comunicación y comercio entre países, ciudades y comunidades como nunca visto. Pensaríamos que esto es bueno, pero la realidad es que vivimos en un mundo que promueve una filosofía de  ̈primero yo,̈cada uno por su lado ̈ o,̈yo gano, aunque tú pierdas ̈, a nosotros los mexicanos, la tan citada fábula de la cubeta de cangrejos con la que nos identifican mundialmente, y nos indica que la realidad es otra. 

Lo que esta pasando hoy en el sector salud y económico nos muestra que efectivamente es un solo mundo –todos estamos juntos en la misma cubeta, y si no nos apoyamos, todos nos arrasaremos y no solo los mexicanos, el mundo entero. 

¿Cómo saldremos de esta?, depende de cada uno de nosotros –en cómo manejemos la situación, cómo nos ayudemos uno mismo y como ayudemos a los demás ya que, como se esta comprobando, vivimos bajo un mismo techo y no existe muro ni distancia que nos divida por completo. Tarde o temprano, todos salimos afectados, bien o mal, por las acciones que tomemos hoy, mañana y siempre. 

Apenas hace un mes que fuimos testigos de cómo Arabia Saudita y Rusia causaron una guerra de precios por la propuesta de reducir la producción de petróleo. Este rompimiento de dialogo fue la principal causa de que la bolsa se viniera abajo afectando al mundo entero, y toda esta escena se desenvolvía durante una de las peores etapas de la pandemia. Vimos como la economía global se detenía y los políticos siguen sin lograr ponerse de acuerdo sobre los próximos pasos. Estamos en aguas turbulentas mundiales sin precedentes, donde incluso, los expertos navegan con información insuficiente. La inseguridad sobre el futuro puede que sea el peor factor de lo que se vive actualmente porque puede que paralice a muchos o que nos pasemos el tiempo lamentando, buscando escusas o culpables. 

De lo que sí podemos estar seguros es que saldremos de esta crisis y nada será igual. Saldremos cambiados como individuos, familias, organizaciones y países. Nadie sabe cómo será nuestro nuevo futuro, pero sí sabemos que será diferente. ¿Que tan diferente?, ¿Que pasara con las nuevas generaciones? ¿Que mundo estamos dejando? Si no creemos en la gravedad de lo que ocurre y seguimos caminando por la vida sin compromiso y convicción, pronto llegaremos al destino que nosotros mismos estamos trazando –del cual ya tenemos una buena visión de cómo será. 

Sin embargo, me atrevería a decir que a muchos si nos importa lo que le esta sucediendo a la humanidad y creemos que el mundo necesita un cambio; pero, para que esto ocurra, cada uno de nosotros deberá de participar dejando fuera la egolatría y practicar la empatía –el mecanismo fundamental para ver y sentir por lo que están pasando aquellos a nuestro alrededor, y que se puede volver en solidaridad. 

Aprovechemos estos tiempos de confinamiento para reflexionar sobre el futuro que queremos para nosotros, nuestras familias, empresas y colaboradores. Como metáfora, imaginémonos que estamos frente a un lienzo de pintura con pinceles y todos los colores del arcoíris. Tenemos la oportunidad de pintar ese futuro que deseamos nosotros mismos utilizando diferentes técnicas; podemos decidir que dejar fuera, que modificar, que mantener y que agregar a la nueva vida que esperamos crear nosotros mismos. 

¿Cómo iniciar con nuestra obra de arte? ¿Qué colores y con que intensidad trazaremos nuestro nuevo futuro? ¿Cómo queremos que sea nuestro nuevo hábitat? Incluso, ¿como queremos ser nosotros mismos para tener y disfrutar de una mejor vida? 

Antes de que el pincel toque el lienzo seria recomendable hacernos las siguientes preguntas, no solo como individuos, pero como miembros de AMERIC, partícipes en este mercado y muy importante, como mexicanos: 

• Mirando hacia el futuro, ¿cómo podría ser diferente mi estilo de vida después de la pandemia? 

• ¿Qué está en mis manos hacer o cambiar que tenga un efecto positivo no solo para mi, pero para los demás? 

• ¿Qué intereses propios para mí futuro necesito abandonar? 

• ¿Qué opciones tengo disponibles a corto plazo y cuál es mí visión a largo plazo? 

• ¿Quiénes son las personas que quiero que sean parte importante de mi plan de vida en el futuro? 

• ¿Qué prácticas seguiré en mi vida diaria para fomentar las relaciones personales y laborales? 

• ¿Mi plan para el futuro da voz a algo importante para mí, mí familia y mis colaboradores? 

• ¿Qué experiencias podría agregar a mí vida personal y laboral ahora o en el largo plazo? 

La situación por la que estamos pasando nos da la oportunidad de tomar una pausa, analizar el camino recorrido y reconstruir el nuevo paisaje que convenimos transitar juntos como humanidad. Con más información y consientes de trazar un camino en el que muchos más podamos recorrer, dejando fuera el individualismo y la avaricia, lograremos salir de esta trágica experiencia para construir una mejor vida para todos, tomando en cuenta que nuestras acciones y decisiones impactan al universo entero. 

Como AMERIC, esta crisis nos hace pensar en lo importante que es el construir mejores y más solidas alianzas, cerrando filas, respetando y reconociendo las fortalezas de cada uno de los miembros, colaborando para encontrar el ganar—ganar. Si consideramos el bienestar de todos, podremos confirmar que lo mas resistente a cualquier crisis, económica o de salud, es la UNIDAD y la EMPATÍA. 

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